Para poder diseñar un logotipo la comunicación entre diseñador y cliente tiene que ser muy clara y cada uno ha de saber el papel que tiene que ejercer en cada momento.
La primera impresión es la que cuenta, y es muy cierto, un buen logotipo podría ser la clave para captar clientes en cuestión de segundos. Los conceptos y colores han de quedar muy claros para que tu diseñador pueda trabajar de una manera ágil y fresca. Te detallamos los puntos claves en los que se tiene que trabajar:
1 Descripción. Intenta describir tu empresa, en que sectores te mueves y que valores quieres transmitir.
2 Que te distingue. Para que una empresa tenga un mínimo de éxito garantizado se tiene que trabajar en la distinción, algo que te distinga de tus competidores y eso mismo se tiene que reflejar en tu logotipo, no hay que hacer logotipos parecidos a los de la competencia, esto solo ayuda a confundir a tus posibles clientes.
3 A que tipo de clientes se dirige tu negocio. Es muy importante dedicar tiempo a pensar a que tipo de clientes te diriges, tu logotipo también cambiará mucho de forma y color para adaptarse y ser agradable a tu público.
4 Piensa un eslogan. Los eslogan son frases que no necesariamente describen la empresa, sino que realzan un servicio, una cualidad, etc.
Ejemplos de eslóganes de grandes empresas como:
«Piensa diferente» de Apple, que nos estimula a cambiar el concepto de sistema operativo de su competidor Windows.
«Just do it» (Solo hazlo) de Nike, que nos incita a hacer deporte, eso que siempre decimos que haremos y nunca hacemos.
«Póntelo, pónselo» de Durex, que nos habla casi en off como si fuera un consejo adulto para ellos y ellas.
«Més que un club» del FCB, que daja clara la exelencia y buen hacer de este club.
5 Protocolo. Deja trabajar a tu diseñador, dale rienda suelta, el diseñador es como un cocinero creativo, con la información necesaria y sus herramientas creará un logotipo funcional y de éxito. No intentes ser tu la parte creativa en cuanto a forma, distribución o color, esa no es tu función. Igual que cuando vas a un restaurante y pides un plato, no entras a la cocina, le traes los ingredientes al cocinero o le comentas como tiene que emplatar, haz lo mismo con tu diseñador.
A todo esto se le llama briefing, un documento obligatorio para que el diseñador entienda muy bien cuáles son las necesidades concretas de tu proyecto. Es necesario que se pierdan unos 15 minutos mínimo en concretar estas claves.
Y ahora, ¿necesitas un logotipo? Ponte en contacto con nosotros y te informaremos gratuitamente.
